mucho
más que el enlace armonioso de tres letras.
Digo,
de esa PAZ en grande, no la mezquina.
La
que marcha de cara al frente, contundente
y no acomoda el perfil al lente de la cámara.
La
que adviene con las manos extendidas
nada
oculto en retaguardia.
La
que no apedrea al inocente ni lapida a la infiel.
La
que no incendia el bosque milenario
pero Inflama la conciencia del justo.
¡Quiero
gritar por una PAZ se derrame uniforme
sobre
las testas de hombres y mujeres!
Aquella
que insinúa el tercer ojo.
De
la otra, la vendida, ¡ni me hablen!
Puta
trotona, manoseada sin vergüenza
tan
fácil de llevar a la boca como de llegar al pie.
Voy
a cantarle al goce de la PAZ de siempre
la
que discierne de lo cierto y de lo falso,
esa
de brazos infinitos, capaces
de
contener todo el mundo en su abrazo.
Misma
que mece la hoja cuando abandona el árbol.
La
que permite conciliar el sueño y comenzar el día nuevo
con
la tibieza que fluye de una conciencia limpia.
Amanda Espejo
Quilicura, Chile
Recién llegue a tu espacio, Nelson. Gracias por acoger mi pensamiento y hacerlo parte de esta cruzada que no debe quedar allí. Es necesario, una vez escrita y leída la creación, nuestros actos la confirmen tal como la expresamos. La solidez del discurso es la que nos hace gente "de verdad". Un abrazo.
ResponderEliminarNelson...me alegra mucho ver el proyecto de antología acabado. quedó muy hermosa la diagramación y he disfrutado encuadernando algunos ejemplares. Te cuento que uno viajó a México en las manos de Ruth Pérez Aguirre, gran persona, poeta, narradora y editora mexicana. Te invito a que la contactes si lo deseas para siguientes convocatorias.
ResponderEliminarAmanda.